martes, 19 de abril de 2016

Swinger COMPARTIR ES VIVIR



EL MUNDO SWINGER ESTÁ EN PLENO APOGEO.

NO SE RECONOCE PÚBLICAMENTE Y SE LLEVA DE UNA MANERA DISCRETA 

PERO CADA VEZ MÁS GENTE LO PRACTICA 




Hace unos meses escribí un post sobre Swinger que tuvo una gran repercusión, mucho más de lo que yo esperaba, ¿Quizás estamos comenzando a despertar? 

Hoy quiero contaros lo que siente una mujer que practica el intercambio de pareja, he tenido el placer de conocer a una mujer estupenda, de carne y hueso, de esas que se ríe de los estereotipos que nos han vendido las películas, los cuentos y la sociedad en que vivimos. Una mujer sin complejos que me habla sin tapujos y a quemarropa de su manera de vivir la sexualidad y el sexo, pero lo hace tan natural que en ningún momento me he sentido violenta, todo lo contrario, fui capaz de entender perfectamente lo que me estaba contando sin juzgarla y aprendiendo de cada una de sus palabras.




Pensar que durante el resto de mi vida voy a practicar el misionero, el perrito y cuatro posturas más me aburre soberanamente, cuando conocí a mi pareja tenía la necesidad de absorber todo lo que fuera su esencia, necesitaba explorarle, conocer sus gustos, sus pasiones, sus deseos, pero con el tiempo eso se termina, una vez que ya lo sabes todo, el deseo sexual disminuye por eso dejas de follar como conejos a todas horas y en cualquier sitio y las sesiones de sexo se vuelven en el mejor de los casos más intensas y mejores pero repartidas en el tiempo y en el peor de los casos sí no se cuida, termina desapareciendo la necesidad de echar un buen polvo.

Mis ganas de experimentar cosas nuevas y mi gran curiosidad por todo lo desconocido, me han traído hasta aquí.

Quiero a mi marido sobre todas las cosas, es el padre de mis hijos y la persona más importante de mi vida, pero soy una persona sexualmente activa y necesito más, nos enseñaron que el sexo y el amor es lo mismo y señores, no lo es, al menos para mi y para mi pareja, afortunadamente.

Para nosotros resulta de lo más excitante vernos disfrutar con otras personas, sin mencionar lo que siento cuando llega el día que decidimos ir a tomar unas copas y entro en un local de intercambio, en realidad es como sumergirte en una película prono pero completamente real, puedes encontrarte parejas besándose y en pleno magreo, grupos de personas todas activas, gimiendo y disfrutando con posturas imposibles, mujeres exhibiéndose con una lencería impecable, hombres que disfrutan sólo mirando. Son gente de verdad, gente que disfruta y goza, sin cortes de grabación, sin fingir orgasmos, solo se ve placer y a mi me pone como las motos. Sólo necesito una caricia y empieza el juego y los fuegos artificiales. De pende de como tengamos el día igual nos tomamos un par de copas, nos entonamos y nos vamos a casa a hacernos nuestra fiesta privada, igual nos quedamos y damos uso a alguna de las instalaciones los dos solos con el morbo de sabernos observados y sabiendo que alguien se está masturbando al vernos pero sin dejarle participar, si nos agrada alguien de los que está en el local y nos apetece podemos pasar a mayores. 

He de decir que las personas que vamos a esos locales somos especialmente respetuosos y hay una norma no escrita que todos cumplimos, "NO, ES NO" tu llegas hasta donde quieras llegar, puedes mirar solamente, puedes participar sólo con tu pareja haciendo del voyerismo un conductor de la excitación, puedes participar con tu pareja y alguien más haciendo un trío o ser participe de una orgía, llegando siempre hasta donde quieras llegar. 

Lo que es imprescindible es el grado de complicidad y respeto que tienes que tener con tu pareja, eso no sería posible si no existe una buena comunicación. El intercambio de parejas no es la solución a los problemas si la pareja no está firmemente unida. 

Me cabrea cuando quien no sabe, nos llama cornudos consentidos, bajo ningún concepto estamos engañando a nuestra pareja, es algo que queremos hacer los dos, ni yo lo hago por complacerle a él ni él lo hace por complacerme a mi, sino que los dos lo hacemos porque estamos a gusto y queremos. ¿Quién es más cornudo/a? ¿No será aquel que consiente que su mujer o su marido tenga un amante escondido por miedo a perderle, o aquellos que hacen su vida por separado sin hablar del tema y que por mantener un nivel de vida, un estatus social  o unas apariencias son unos pobres infelices?

Una vez entras en este mundo tu sexualidad cambia totalmente, la manera de tener relaciones sexuales se intensifica y se agradece, cuanto más sexo practico, más sexo me apetece tener y a mi pareja le pasa exactamente lo mismo. 

No juzgues lo que no conoces, respeta lo que no comprendes, si tu has decidido vivir tu sexualidad de una manera convencional me parece perfecto, pero  yo he decido vivirla de otra y nadie tiene porque decirme que no está bien, a mi me funciona y soy feliz y en mi caso COMPARTIR ES VIVIR




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